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Caución bursátil: todo lo que hay que saber sobre un producto para el inversor de perfil conservador

Es un instrumento para aquel que no quiere enfrentar riesgos a la hora de hacer rendir sus ahorros. La herramienta funciona de manera similar al plazo fijo en pesos o en dólares, aunque con particularidades.

Por Franco Di Nicola, 21 de mayo 2023

Cuando estamos ante una decisión de inversión, hay dos factores que siempre tenemos que considerar: riesgo y rendimiento. En todas nuestras capacitaciones de Academia Bursátil Argentina siempre las palabras “Riesgo y Rendimiento” son una constante.


Pero como se dará cuenta el lector, la palabra “riesgo” precede a “rendimiento” y esto no es algo menor, dado que al evaluar correctamente el riesgo podemos entender bien el espectro de rendimientos potenciales (tanto positivos como negativos que podemos tener). En esta nota, vamos a exponer un instrumento poco conocido como es la caución bursátil.


La caución bursátil es un instrumento para el inversor de perfil conservador, que busca tener un rendimiento de tasa de interés y funciona de manera similar al plazo fijo en pesos o en dólares dependiendo el tipo de caución, pero con algunas particularidades relevantes para el inversor.


Primero definamos qué es la caución. La caución bursátil es un instrumento en el cual intervienen dos partes. La primera parte es la colocadora (el inversor que “coloca” la plata en el mercado) que busca una rentabilidad por este dinero invertido. El inversor deberá tener una cuenta en una ALYC (Agente de Liquidación y compensación) para poder operar este producto, la cual fácilmente se pueden abrir de manera online.


Luego de tener una cuenta comitente, es decir, una cuenta de inversión, se deberá seleccionar el plazo a colocar la caución, la cual puede variar desde el plazo más corto: de un día a plazos que rondan los 45 días. De esta forma, el inversor puede empezar a generar rendimientos de un dinero que está ociosa simplemente con una operación de caución.


Veamos un ejemplo: tenemos una empresa que tiene un saldo de 10 millón de pesos al principio de mes producto de todas las ventas del mes anterior. De ese dinero el día 10 la empresa debe pagar 8 millones pesos en sueldos. Si la empresa no hace nada con esos recursos obviamente la empresa va a obtener un rendimiento del 0% y el día 10 paga los sueldos correspondientes.


Ahora, supongamos que la empresa decide colocar ese dinero en caución donde la tasa a 10 días se ubica en 84,18% de TNA, lo que me da una tasa por 10 días del 2,34%. El rendimiento obtenido de invertir esos 800 mil pesos en caución resulta en una ganancia de 187.200 pesos. Vemos un claro ejemplo en donde el conocimiento financiero se traslada a resultados determinantes.


Por otro lado, encontramos al segundo participante de esta operación. El inversor tomador, a diferencia del colocador, recibe los fondos y se compromete a devolver ese dinero en la fecha futura pactada (en nuestro ejemplo anterior 10 días), sumado a los intereses correspondientes. Es decir, el tomador va a recibir 8 millones de pesos y se compromete a devolver a los 10 días 8.172.200, es decir, el capital solicitado más los intereses correspondientes.


Cómo me aseguro de que el tomador va a honrar su deuda

El tomador (al que le prestamos el dinero) debe dejar en garantía títulos líquidos (bonos, acciones, letras) para que la operación se pueda realizar. De esta forma nuestra caución colocadora se encuentra garantizada por estos títulos y los riesgos de incobrabilidad son virtualmente nulos. El mercado actúa como custodia de esos títulos y se asegura que todo se pacte tal lo acordado.


¿Cómo es la operatoria con cauciones?

Tal cual como ocurre con cualquier operación bursátil, cuando coincide la tasa requerida como colocador y la tasa que desea pagar el tomador, la operación se lleva a cabo. Veamos las tasas disponibles en el mercado: el plazo que más se utiliza es a un día. En estos momentos la tasa de mercado ronda el 82,33% de TNA.


Como podrá notar el lector, esta tasa resulta inferior a la que nos ofrece el plazo fijo, pero también como mencionamos al principio de la nota, siempre debemos evaluar riesgo y rendimiento, en donde la caución bursátil tiene un seguro extra: el tomador dejar títulos en garantía. Por ende, si bien el plazo fijo tiene una tasa de rendimiento superior, también resulta su riesgo.


Como conclusión, podemos destacar que la caución bursátil resulta una herramienta interesante de colocación a plazo para el inversor conservador que quiera relegar un poco de rendimiento a cambio de un riesgo también inferior. Como siempre decimos, un inversor informado invierte mejor.

El tomador (al que le prestamos el dinero) debe dejar en garantía títulos líquidos (bonos, acciones, letras) para que la operación se pueda realizar. De esta forma nuestra caución colocadora se encuentra garantizada por estos títulos y los riesgos de incobrabilidad son virtualmente nulos. El mercado actúa como custodia de esos títulos y se asegura que todo se pacte tal lo acordado.

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